¿Mortalidad Materna incontrolable??

Una reciente reunión de especialistas en Salud Sexual y Reproductiva deja como resultado un lamentable y alarmante mensaje: se incrementa la mortalidad materna en la Argentina. A pesar de que en el año 2000 la Argentina se había comprometido ante la ONU a reducir la mortalidad materna a un nivel considerado más aceptable por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el encuentro realizado siete años después enunció el fracaso.
La primera causa es el aborto, y le siguen las causas indirectamente obstétricas (mujeres enfermas que se agravan a causa del parto o del puerperio), y las directamente obstétricas: mujeres sanas que mueren como consecuencia del parto o el puerperio.
El compromiso era bajar de 46 a 13 la cantidad de muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos para 2015. Pero si tenemos en cuenta que la actual tasa registrada por el Observatorio Argentino de Salud Sexual y Reproductiva es de 48/100.000, será posible imaginar que se nos mueran menos madres y mujeres para ese entonces? O antes?

Según los datos del año 2006, de mortalidad materna, por cada 100 mil nacimientos mueren 48 mujeres en la Argentina. Un índice que, por ejemplo, casi cuadruplica a los de Chile o Uruguay donde por cada 100 mil nacimientos mueren 13 mujeres.
Los problemas más graves del país son la inequidad social y los abortos.
La directora del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), Silvina Ramos explicó la desigualdad que hay entre provincias, y que las más afectadas en mortalidad materna son Jujuy, Misiones y Chaco. En Jujuy las muertes son de 165 por 100.000 nacidos vivos, mientras que en la capital se registran 18/100.000.
Por otra parte "El 85% de las muertes son institucionales, es decir, ocurren en los hospitales. Aunque más del 95% de los partos en el país son institucionales, con una red calificada de personal, pero aun así se mueren mujeres.
Silvina Ramos agregó "El otro problema es la educación sexual, porque el país no implementó una política clara en materia de educación sexual, es una asignatura pendiente junto a políticas claras para combatir el cáncer de cuello de útero y mama".